Gracias Máma por Creer en Mi

Gracias Máma por Creer en Mi

Quiero platicarte de un personaje muy especial en el mundo del deporte, para ser exactos en el mundo del Boxeo. Esta persona sin duda ha sido uno de los pesos pesados más imponentes que ha existido, un peleador que tenía uno de los uppercut (golpe de poder, lanzado de abajo hacia arriba, dirigido a la barbilla) más potentes que han existido: él es Mike Tyson, boxeador implacable, con una fuerza extraordinaria, y al pelear un instinto animal como pocos. En estas peleas existía una característica muy particular: cada vez que Mike pisaba el cuadrilátero, las peleas se terminaban en los primeros asaltos, debido al famoso uppercut que Mike poseía, un uppercut que en el momento en que tocaba a alguien, lo mandaba la lona noqueado y sin posibilidad de levantarse.

Pero esta historia no es sobre Mike Tyson, esta historia es sobre el boxeador contra quién peleó Tyson en Tokio Japón, ese 11 de febrero de 1990:  James “Buster” Douglas, un completo desconocido en el mundo del boxeo, una pelea que era meramente como un trámite para elevar las emociones y expectativas de la que sería la siguiente pelea, ya que el ganador iría contra Evander Holyfield, otro boxeador extraordinario. De hecho ya se comenzaba a hablar de la rivalidad que existe entre Tyson y Holyfield para esa pelea, como si Buster Douglas sólo fuera un pequeño escalón que había que pasar.

Ese día en el Oriente fue histórico: Mike Tyson llegó acompañado de su representante, el famoso “Don king”, el día de la pelea de apuesta se cotizaba 42-1 en favor de Tyson, quién traía un récord invicto de 37 peleas 32 de ellas por nocaut y 17 de estas fueron en el primer asalto… ¡en el primer asalto!, ¡Mike era una máquina imparable!

Pero esta historia comienza… cuando la mamá de Buster Douglas se entera, que su hijo iba a pelear contra el “asesino” Tyson. Imagina cómo se pondría tu mamá si se entera que vas a pelear contra Mike Tyson ¡mi mamá si se entera se va de espaldas! Pero con la mamá de Buster sucedió todo lo contrario, su mamá era de esas madres de carácter muy fuerte de hecho en una ocasión cuando Buster era niño, llegó llorando a casa y le dijo a su mamá que otro niño lo había amenazado con pegarle. Ella se le acercó y le dijo:  “más te vale que no te dejes que te peguen, porque si no seremos dos los que te golpearemos”.

Con esa misma actitud respondió su mamá cuando se enteró, que su hijo pelearía con el campeonato mundial de pesos pesados.

Ella desde el inicio dijo que su hijo le ganaría Tyson. A partir de ese momento, lugar que visitaba la mamá de Buster, les decía a todos que su hijo iba a ganar, que noquearía a Mike Tyson.

En una ocasión, estaba mamá con todas sus amigas, diciéndole que su hijo iba a ganar… de pronto llega Buster y escucha lo que su mamá estaba diciendo, el molesto le dice: “mamá no estés diciendo eso, voy a pelear contra ¡Mike Tyson! Ya deja de decir que voy a ganarle” Esto a su mamá no le importó, ella seguía diciendo y diciendo que su hijo ganaría.

Pero todo cambió… cuando justo días antes de la pelea, la mamá de Buster Douglas… fallece… la mamá que todo el tiempo está diciendo que su hijo ganaría… muere un día antes de la pelea.

Imagina cómo está Buster… Esto fue algo devastador… pero tenía que seguir adelante, porque la pelea ya estaba lista y tomó la decisión se enfrentará Mike Tyson, prometiendo se a si mismo, que esta pelea se la dedicaría a su mamá, quien ya no estaría en cuerpo presente, pero sí viéndolo desde un lugar muy especial.

¡Llegó el momento! Suena la campana ante más de 32000 espectadores y millones de personas viendo los televisores ¡Comienza el primer asalto!…

Mike como siempre… sale como un toro ansioso por noquear a Buster ¡lo más rápido posible!, tal y como era su estilo, comenzaba a soltar los bombazos, golpes llenos de poder al cuerpo de Buster, también desde un inicio Buster respondió de la misma forma. Y cuando finalizó el primer asalto, todos estaban a la espera de que el segundo round, fuera donde Tyson  noqueara a Buster.

Suena la campana para el segundo asalto, Mike sale adelante ¡con todo!, dispuesto a noquear en ese asalto a Buster, pero conforme pasaban los segundos de esas asalto, el público comenzaba a preguntarse: ¿por qué Buster no retrocedía? Cuando Mike tiraba un golpe, el tiraba dos. Esto comenzó a crear una expectativa mucho mayor para el público; los gritos, las emociones, los comentaristas, ¡todos estaban máximo! Finalmente había alguien que no huía de los poderosos y temidos puños del campeón Tyson.

Esto provocó que los siguientes asaltos fueron cada vez más emocionantes, conforme pasaban los minutos te cobraba más confianza. Pasando por el tercero, cuarto, quinto, sexto, séptimo asalto esto parecía una verdadera guerra entre dos Titanes, en donde ninguno estado dispuesto a perder…

Al llegar al octavo asalto, Mike desesperado por defender su título y su fama de invicto, salió con una mirada y decisión como si fuera el primer asalto, golpeó, golpeó y golpeteo a Buster, hasta que de pronto entre las combinaciones de golpes ¡liberó una verdadera bomba! Un golpe como ninguna en otra pelea ¡Su famoso y temido uppecut!, el cual logró impactar justo en la barbilla de Buster Douglas, un golpe que levantó la barbilla de Douglas más de 45 grados, llevando los ojos de Buster a mirar los reflectores que se encontraban en lo más alto del estadio.

Las piernas de Douglas se doblaron como si fueran el de plastilina, su cuerpo no le respondió y cayó… tal como un gran árbol que está talado, azotando con todo el peso de poco más de 231 libras en la lona. En ese momento… comenzó lo que boxeador teme y que quisiera jamás escuchar… ¡el conteo del réferi!

El conteo inicio y parecía ser una cámara lenta…. UNOO… DOOS… en el segundo dos, Buster golpea el suelo con su puño, haciendo alusión a su desesperación y coraje por haber caído, permanece en el suelo solamente apoyado por un brazo derecho, el réferi dice… TREES… CUAATRO… Y Buster parece no moverse. Podemos imaginar que sólo hay algo en su mente, y es: el recuerdo de la promesa que se hizo, en la que le dedicaría esta pelea su mami… y él seguía un tirado en la lona, se escucha CIINCO y es cuando intenta girar su cuerpo para apoyarse en ese brazo derecho y levantarse …pero a pesar del movimiento y el gran esfuerzo ¡no puede! y ¡no puede! SEEIS.. Nuevamente se queda inmóvil, voltea a ver a réferi como suplicando que detenga la cuenta y no siga más… Pero cuando se escucha  SIEETE… en ese momento Buster gira la cadera, apoya su brazo derecho y también el izquierdo… y como cuento de hadas ¡todo el público impactado!, honrados de poder ver el ejemplo claro de un guerrero, ¡sin importar si sus piernas ya no le responden!, ¡sin importar si todo el cuerpo no responde Buster Douglas ¡ se levanta en el segundo NUEVE del conteo!… ¡El primer boxeador de toda la historia!, ¡el primero en ponerse de pie después de recibir esta impecable golpe de Tyson! Y por si fuera poco Douglas contó con suerte, porque en cuanto logró ponerse de pie, ya venía Tyson a terminar lo que había empezado con ese golpe, pero de pronto Buster es salvado por el sonido de la campana, y cada uno de los boxeadores se voltea a su esquina.. Buster camina hacia su zona de recuperación ¡tambaleándose!… Parecía que caería en cualquier momento. El esfuerzo que hizo para ponerse de pie fue algo sobre humano, ¡pero lo logró! Buster hizo lo que ningún pelador… ¡tocar la lona en una pelea de Mike Tyson y levantarse!

Pero eso no termina ahí… Suena nuevamente la campana para dar inicio al noveno asalto, en donde Mike -confiado de que había mandado a la lona a su oponente-, él sabía que era su oportunidad y se le fue encima; pero para sorpresa de Tyson y de todo el público, Douglas seguía sin retroceder. Él se fue a los golpes contra Mike, sin importarle que había caído en el asalto anterior, esto desconcertó por completo a Mike…

Viene el décimo asalto, en donde Buster Douglas siguió tirando golpes, combinaciones adelante, siempre adelante, y de pronto… en una de esas combinaciones, uno de los golpes se impactan en la quijada de Tyson para desbalancearlo. Douglas aprovechó ese momento para seguir tirando golpes, uno tras otro, haciendo que el campeón Tyson retrocediera, y de pronto… ¡Buster con un golpe recto conectó directo a la mandíbula de Tyson! ¡Un golpe que cambió la historia del boxeo! ¡Mandó a la lona a quien en sus 37 peleas nunca había estado en el suelo! ¡Buster Douglas había mandado a la lona al campeón invicto! ¡Había noqueado al boxeador que a los ojos de muchos ser invencible! ¡Douglas, quién tenía todas las apuestas en su contra 42-1! ¡Nadie creía que esto fuera posible! solamente hubo una persona que siempre confío en él y que estuvo segura de esto… ¡la mamá de Buster! La mamá fue el motor que impulsó a Douglas a levantarse, cuando todos lo creían acabado; cuando él mismo creía que no podrá levantarse, cuando su cuerpo ya no reaccionaba, ¡Buster cumplió su promesa! Y no sólo ganó la pelea, sino lo noqueó al campeón Mike Tyson tal y como su mamá lo dijo desde el primer momento en que se enteró que su hijo pelearía. Al término de la pelea, entre festejos, gritos y empujones, justo en medio del ring, se le acercó un comentarista y le pregunto: “¿Por qué ganaste esta pelea?” Buster, todavía respirando agitado por la pelea, empapado de sudor y con la falta de aire, respondió….

“¡Mi mamá!,  ¡mi mamá!”

Por: Manuel Soto Mayor Libro: Metalidad de Tiburón.

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