Darse un abrazo parece un comportamiento simple y frecuente, pero en realidad es algo bastante complejo de explicar científicamente.
Un estudio hecho por científicos de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, llegó a la conclusión de que las personas necesitamos recibir abrazos o abrazar desde que nacemos.
Los abrazos son beneficiosos para todos. Con ellos no solo se incrementa el vínculo afectivo y emocional con otras personas, sino que además activan todo el cuerpo, mejorando la salud y provocando la felicidad.
EL abrazo perfecto debe durar, como mínimo, 20 segundos. “Los abrazos que socialmente nos damos suelen durar tres segundos, así que para sentirnos mejor debemos dar y recibir no solo más abrazos, sino más largos” afirma Veturián Arana, experto en bienestar aplicando el pensamiento cuántico.
“El abrazo perfecto debe durar, como mínimo, 20 segundos”
El contacto físico juega un papel muy importante en el desarrollo de las neuronas y para que estas no mueran, es importante estimularlas desde que empezamos a vivir.
Hipotéticamente hablando, todos creemos que abrazar es bueno, pues amortiguamos de alguna forma las consecuencias perjudiciales del estrés psicológico.
Se ha demostrado también que los beneficios de abrazar a otras personas van más allá de las emociones e influyen directamente en nuestra salud sin importar la edad en que nos encontremos.
Algunas bondades de abrazar
Reduce la presión arterial
Mejora el sistema inmune
Reduce el estrés y la ansiedad
Reduce el riesgo de padecer demencia
Rejuvenece el cuerpo
Mejora el estado de ánimo
Relaja los músculos
Eleva la autoestima
Puede que un abrazo no tenga la solución al problema que nos ocurre, que ni aleje o haga desaparecer lo que nos rodea, pero su magia recompone nuestras heridas, alivia nuestro sufrimiento y nos transmite que más allá de lo ocurrido, hay alguien que nos quiere y se preocupa por nosotros. Porque un abrazo sincero es amar en toda regla.
Abrazar es acariciar el alma de la otra persona y proporcionarle un refugio entre nuestros brazos. Un gesto pequeño pero repleto de sentimientos que cura y recompone a nivel emocional. Abrazar es hablar el lenguaje del corazón.
Los abrazos son momentos repletos de felicidad capaces de emocionar hasta al corazón más duro porque tienen el poder de traspasar corazas.
Abrazar es una maravillosa forma de dar amor a los que nos rodean, es acariciar el alma de quien tenemos cerca.
Todos funcionaríamos mejor si abrazáramos o nos dejáramos abrazar más a menudo, por que aunque abrazar es un acto cotidiano del cual desconocemos la plenitud que nos proporciona.
Así que ya tenemos más de una razón para regalar muchos abrazos y sonreír.